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Venezuela sumó dos medallas de bronce en Mundial de Bowling

30.08.2013 11:01

Las representantes del país finalizaron terceras en parejas y en quintas (equipo de cinco) para alcanzar la mejor participación de Venezuela en la máxima competición de la disciplina que se lleva a cabo en las Vegas, Nevada

La venezolanas alcanzaron una actuación histórica en el Mundial de Boliche (Cortesía El Universal)

Viernes 30 de agosto de 2013

 

Caracas.-  Bañada en bronce finalizó la delegación venezolana en el Mundial de Bowling que se llevó a cabo en las Vegas, Nevada, Estados Unidos.

Alicia Marcano, Karen Marcano, Patricia De Faria, Francys Alvarez y Joan González, fueron las representantes de Venezuela que lograron alzarse con la medalla de bronce en la modalidad de quintas.

Las bolicheras lograron la mejor actuación latinoamericana (en equipo de cinco) en el campeonato, tras alcanzar una destacada actuación en la ronda preliminares para clasificar a los cuartos de final, donde cayeron ante la delegación de Estados Unidos.

"Estoy feliz desde hace 40 años Venezuela no ganaba una medalla en equipos en un Mundial. Es un orgullo para nosotras lograr conquistar el bronce pero queda un sabor amargo porque teníamos el equipo y el nivel para pasar de ronda y ganarle a las estadounidense para luego optar por el oro, lamentablemente no se pudo pero estoy feliz por la actuación por el equipo y por defender los colores de mi país", comentó Joan González integrante de la selección venezolana.

En la modalidad de parejas las hermanas Marcano, Alicia y Karen, lograron ubicarse en el cuarto lugar en la competencia de parejas femenino para sumar la otra presea de Venezuela en el campeonato.

Monacelli entre los 10 mejores del mundo

El miembro del Hall de la Fama de la PBA, Amleto Monacelli, logró una buena participación en el torneo al finalizar octavo entre los mejores del mundo, luego de pasar el corte de 24.
 
Cortesía de: www.eluniversal.com

Cuando el capitalismo te muerde

28.08.2013 11:19

¡Ah! La propiedad privada, el libre mercado, y el derecho a hacer lo que te de la gana con tu dinero, pilares fundamentales del capitalismo, principales banderas de nuestra oposición que hoy, capitalistamente, parecieran volverse contra sus más fervientes defensores. Tantísimas víctimas de la publicidad engañosa que se tragaron el cuento de “Nuestra empresa trabaja para usted” y peor, el de “Somos una gran familia”, este último, hipnotizante conjuro que los llevó al punto sin retorno de sacar dinero de sus modestas carteras para pagar una multa impuesta a la empresa del millonario que ellos también creyeron suya.

Tantos años de entrega, tanta fidelidad ciega, borrados con una simple transacción comercial: la empresa, un canal de televisión, fue vendida porque, según dijo el millonario que la vendió, no era económicamente viable, es decir, no le producía dinero y ¿quién va a mantener una empresa que no produzca real? El mismo argumento que esgrimían, los que hoy se sienten burlados, para defender el derecho a la especulación de ese mismo y de otros empresarios. Primer bofetón seguido por otros tan dolorosos.

Los nuevos dueños entienden que para que el canal deje de ser inviable hay que dejar de hacer lo que la llevó a la inviabilidad. Su inversión millonaria tiene que generarles ganancias. No hay que ser un genio para entender esto, es el ABC del capitalismo, pues.

Así llegan los cambios en la programación y en la línea editorial. Con una ingenuidad casi conmovedora, los periodistas se enteran de que las empresas de información tienen una línea editorial. ¡Pobrecitos! Entonces se rebelan, sin saberlo, contra el poder del capital, o sea, contra ese señor que compró el canal. Creyéndose la mentira de que son un poco dueños, toman medidas, contradiciendo la voluntad del jefe, del que paga, y se estrellan contra la brutal muralla del usted qué se cree, este canal es mío y aquí el que manda soy yo. Así, los periodistas, al ser tratados como a trabajadores en cualquier empresa, terminan lanzando un penoso comunicado.

Otra vez culpan al gobierno de atentar contra la libertad de expresión, sin ver que los  malos de esta historia son el capitalismo y la libertad de empresa que defienden a capa, espada, micrófono y cacerola.

Cortesía de: https://carolachavez.wordpress.com

QUIÉN DIJO QUE TODO ESTÁ PERDIDO, YO VENGO A OFRECER MI CORAZÓN (Martes 11-06-2013)

27.08.2013 12:39

Acudimos a este verso de Fito Páez porque refleja bien la situación que atraviesa la Revolución Venezolana.

La realidad cachetea a la Revolución y no queremos reaccionar, actuamos como el avestruz, insistimos en un suicida "palante es pallá" y seguimos caminando, cómicos, hacia el abismo anunciado.

Nos encontramos en el medio de una crisis, la oligarquía navega en los titubeos de la Revolución, cosecha en nuestros errores, manipula al pueblo humilde como lo hace desde siglos: lo vuelve contra sus redentores. Ha tomado la iniciativa política y ha atenuado la fuerza espiritual del Socialismo, que hemos convertido en una serie de medidas incoherentes, de acciones epilépticas que no emocionan. No hay objetivo estratégico, no dotamos al pueblo de razones sagradas por las cuales luchar ni las enraizamos en su corazón. 

La situación hoy es muy grave, el desánimo cunde y asoma en el paisaje a pesar de los disimulos. Negarlo, buscar culpables, es errar el blanco y llevar agua al molino enemigo. Es necesario un alto en el camino y, sin miedo, buscar en la discusión seria, en la argumentación rigurosa, la salida a los problemas. 

Lo primero a revisar es la pretensión de construir Socialismo con la ayuda del capitalismo. Esta ingenuidad de pedirles que caven su sepultura está en el origen de los problemas de hoy. Veamos

La Revolución conversó con los capitalistas y desempolvó una teoría que permite justificar un pacto económico con la burguesía. Ese es el problema. Aquello no fue una simple conversación, fue una concertación, se confeccionó un plan restaurador con la excusa de elevar las fuerzas productivas. Como era previsible el capitalismo siguió siendo capitalista, buscando su ganancia, cuidando su sistema... y los problemas del gobierno socialista que puso su esperanza en los oligarcas se siguen agravando. Los burgueses no descansarán hasta derrocar a Maduro.

Entonces, ¿qué hacer?

Debemos recuperar la fuerza de la Revolución, y ésta reside en un pueblo organizado, con Conciencia del Deber Social, esto es, entendiendo que la solución de sus problemas depende de la acción social y no individual, de un pueblo donde los individuos se sientan miembros, responsables de toda la sociedad. Esta conciencia y esta espiritualidad es la única fuerza capaz de construir mundos. Esa debía ser la misión central de la Revolución.

Sin mezquindades, es la hora de ofrecer el corazón, la hora de los hornos, de las grandes definiciones, de la crítica dura. Somos privilegiados por encontrarnos en esta encrucijada de resolver nuestros problemas de manera social, juntos, de fundar un mundo donde las necesidades no sean beneficio del capital sino palanca para el crecimiento del humano, o al contrario, de regresar a la esclavitud, a la miseria espiritual y material de un capitalismo marginal que nos manipula.

La hora requiere de los gobernantes el coraje de convocar al pueblo para las grandes tareas, dirigirlo hacia el rescate del humanismo. Atreverse a romper con el fraude capitalista y sus valores mercantiles.

 

Cortesía de: https://ungranodemaiz.blogspot.com

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